• Tengo las manos un poquito frías… dime si te duele en algún sitio de los que presiono.
  • Vale… No. No me duele nada. Pero todas las noches me duele muchísimo el estómago.
  • ¿Te duele el estómago sólo por las noches?
  • Si.
  • ¿No te duele cuando desayunas o almuerzas?
  • No. No me duele en todo el día. Me he tomado de todo pero no se me quita. Se me alivia si me pongo de lado…
  • Perdona, pero ¿te has separado?
  • Si.
  • Y la noticia de que se quería separar de ti, fue de noche no?
  • ¡Si! ¡No me lo puedo creer! ¿ En serio es por eso?
  • Parece que si… ¿desde cuando te pasa?
  • Desde hace 4 años.
  • ¿Ese tiempo hace de la separación?
  • ¡Si! Pero eso ¿cómo puede ser?
  • Pues porque tú inconsciente relaciona la noche con la peor noticia que te dieron. Seguro que cuando te lo dijo sentiste el mismo dolor.
  • ¡Si! ¡Es verdad!
  • Bueno, verás Desiré, el estómago está relacionado con la capacidad de aceptación que tenemos. Si no aceptamos aquello que estamos viviendo como alimento emocional, el estómago se queja y duele. Tú no aceptaste esa separación.
  • Ahora estoy peor, porque después de 4 años quiere la custodia compartida… y ahora estoy peor que nunca. Es un dolor punzante que me atraviesa…¿Y qué puedo hacer?
  • Te vas a tomar Pulsatilla 200 CH para tratar el dolor punzante por mala noticia. Y Estrella de Belén que es una flor de Bach, para tratar también el trauma que se quedó en ti.
  • ¡¡Muchas gracias!! ¡De verdad! ¡No podía ni imaginar que estuviera relacionado con eso!
  • Claro que si. Somos más que un cuerpo físico… esto te ayudará a que vayas aceptando… Que tengas un buen día.
  • ¡Muchas gracias, doctora!¡Igualmente!